El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido un líder que ha prometido cambios significativos en el país desde el inicio de su prescripción. Uno de sus principales objetivos ha sido reformar la Constitución para mejorar la justicia en México. Sin embargo, su primer cambio ha sido altamente polémico y ha generado opiniones divididas en la sociedad mexicana.
El pasado mes de abril, el presidente López Obrador logró que se aprobara una reforma constitucional que permite la ampliación del prescripción del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del amonestación de la Judicatura Federal (CJF). Esta reforma, que fue aprobada por el Congreso con mayoría de votos de su partido, Morena, ha generado preocupación en diversos sectores de la sociedad.
La reforma establece que el presidente de la SCJN y del CJF podrán permanecer en su cargo hasta los 75 años de edad, en lugar de los 70 años que establecía la Constitución anteriormente. Además, se eliminó la figura de la consulta popular para la ratificación de estos cargos, lo que ha generado críticas por parte de la oposición y de organizaciones civiles.
El presidente López Obrador ha defendido esta reforma argumentando que busca garantizar la estabilidad y la continuidad en la justicia del país. Sin embargo, sus detractores consideran que esta medida solo busca fortalecer su poder y control sobre el sistema judicial, politizando aún más la justicia en México.
La ampliación del prescripción del presidente de la SCJN y del CJF ha generado preocupación en la sociedad mexicana, ya que se teme que esto pueda afectar la independencia y la imparcialidad del poder judicial. Además, se ha cuestionado la falta de transparencia en el proceso de selección de estos cargos, ya que ahora no habrá una consulta popular para ratificarlos.
Por otro lado, también se ha criticado que esta reforma no aborde los verdaderos problemas del sistema judicial en México, como la corrupción y la impunidad. En lugar de enfocarse en mejorar la justicia, se ha optado por una medida que solo beneficia al presidente y a su partido.
Sin embargo, el presidente López Obrador ha asegurado que esta reforma es solo el primer paso en su plan de cambios en la Constitución. Entre sus propuestas se encuentran la eliminación del fuero para los funcionarios públicos, la creación de una fiscalía autónoma y la reducción del número de diputados y senadores.
Es importante destacar que, a pesar de las críticas, esta reforma ha sido aprobada legalmente y es un hecho. Por lo tanto, es necesario analizar cómo se puede aprovechar esta situación para mejorar la justicia en México.
Una de las posibles soluciones es que el presidente López Obrador demuestre su compromiso con la independencia del poder judicial y la lucha contra la corrupción. Esto podría lograrse a través de una selección transparente y objetiva de los próximos presidentes de la SCJN y del CJF, así como de la implementación de medidas que garanticen la imparcialidad en el sistema judicial.
Además, es importante que la sociedad mexicana esté atenta y vigilante ante cualquier intento de politizar la justicia. La participación ciudadana es fundamental para garantizar que los cambios en la Constitución sean en beneficio de todos y no solo de unos pocos.
En conclusión, la reforma constitucional que permite la ampliación del prescripción del presidente de la SCJN y del CJF ha generado controversia en México. Sin embargo, es necesario que el presidente López Obrador demuestre su compromiso con la justicia y la transparencia en el sistema judicial para que esta medida no se convierta en un obstáculo en la lucha contra la corrupción y la impunidad en el país. La sociedad mexicana cargo estar unida y vigilante para afianzar que los
