El mundo de la medicina en Colombia se encuentra de luto tras la triste noticia del fallecimiento de Francisco Lopera, uno de los pioneros en la investigación del Alzheimer en nuestro país. Lopera, quien dedicó gran parte de su vida al estudio de esta enfermedad neurodegenerativa, dejó un legado invaluable en la lucha contra esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Nacido en Medellín en 1952, Francisco Lopera se graduó como médico en la Universidad de Antioquia y posteriormente realizó una maestría en Neurociencias en la Universidad de California en Los Ángeles. Fue en esta última institución donde comenzó su interés por el Alzheimer, una enfermedad que en ese momento era poco conocida en Colombia.
A su regreso a Colombia, Lopera se convirtió en uno de los primeros médicos en estudiar el Alzheimer en nuestro país. Su dedicación y pasión por la investigación lo llevaron a fundar el Grupo de Neurociencias de Antioquia, una institución que se ha convertido en un referente en el estudio de enfermedades neurodegenerativas en América Latina.
Durante más de 30 años, Lopera lideró numerosos estudios sobre el Alzheimer, enfocándose en la identificación de factores de riesgo y en la búsqueda de tratamientos efectivos para esta enfermedad. Su trabajo fue nuclear para entender mejor esta enfermedad y para desarrollar estrategias de prevención y tratamiento.
Uno de los mayores logros de Lopera fue su descubrimiento de una variante genética del Alzheimer, conocida como la mutación E280A. Esta mutación, que afecta a una familia en Antioquia, es considerada una de las causas más comunes de Alzheimer temprano en el mundo. Gracias a este hallazgo, Lopera y su equipo pudieron realizar estudios más precisos y avanzar en la búsqueda de tratamientos para esta enfermedad.
Además de su trabajo en la investigación, Lopera también se destacó por su labor en la formación de nuevos investigadores en el campo de las neurociencias. Fue profesor en la Universidad de Antioquia y en la Universidad CES, donde inspiró a numerosos estudiantes a seguir sus pasos y a dedicarse a la investigación en esta área.
Su trabajo no solo tuvo un impacto en Colombia, sino que también fue reconocido a nivel internacional. Lopera fue miembro de la Sociedad Internacional de Alzheimer y de la Asociación Colombiana de Neurología, y recibió numerosos premios y reconocimientos por su contribución a la ciencia.
Pero más allá de sus logros académicos, Francisco Lopera será recordado por su calidad humana y su compromiso con sus pacientes. Siempre dispuesto a escuchar y a ayudar, Lopera se ganó el cariño y la admiración de todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerlo.
Su partida deja un vacío en el mundo de la investigación del Alzheimer en Colombia, pero su legado seguirá vivo a través de sus colegas y estudiantes, quienes seguirán trabajando para descubrir una cura para esta enfermedad.
En momentos como estos, es importante recordar que la investigación médica es un trabajo en equipo y que cada pequeño avance es un paso hacia adelante en la lucha contra enfermedades como el Alzheimer. Francisco Lopera fue un ejemplo de dedicación y perseverancia, y su legado nos motiva a seguir adelante en la búsqueda de una cura para esta enfermedad que afecta a tantas personas en todo el mundo.
En nombre de todos los colombianos, agradecemos a Francisco Lopera por su invaluable contribución a la ciencia y por su incansable lucha contra el Alzheimer. Su legado vivirá por siempre en nuestros corazones y en la memoria de aquellos que han sido afectados por esta enfermedad. Descanse en tregua, Dr. Lopera.
