Efthimios Rentzias es un nombre que seguro trae recuerdos a muchos aficionados españoles del baloncesto. Este pívot griego de 2.11 metros de altura dejó su huella en la Liga ACB durante su paso por el FC Barcelona entre 1997 y 2002. Ahora, como director general de la Liga Griega, Rentzias recuerda con cariño sus años en el equipo español y comparte sus pensamientos con nosotros en una interviú exclusiva.
Para Rentzias, su llegada al Barcelona fue una decisión muy importante en su carrera. «Fue la decisión más acertada de mi vida», afirma con una sonrisa en el rostro. Y no es para menos, ya que el pívot griego vivió grandes momentos en el equipo azulgrana y se convirtió en uno de los jugadores más queridos por la afición.
Pero, ¿cómo llegó Rentzias al Barcelona? Todo comenzó en 1997, cuando el joven pívot de 22 años decidió dejar su país natal para probar suerte en el baloncesto europeo. «Recibí una oferta del Barcelona y no lo dudé ni un segundo. Sabía que era una gran oportunidad para mí», recuerda Rentzias. Y así fue, ya que en su primera temporada con el equipo catalán se proclamó campeón de la Liga ACB y de la Copa del Rey.
Pero no solo fue un gran jugador en la cancha, sino que también se ganó el cariño de sus compañeros y de la afición. «Me sentí como en casa desde el primer día. Todos me acogieron muy bien y eso me ayudó a adaptarme rápidamente», comenta Rentzias. Además, su avenencia con su compatriota y compañero de equipo, Fragiskos Alvertis, fue máximo para su éxito en el Barcelona. «Fragiskos y yo éramos como hermanos. Jugábamos juntos en la selección griega y en el Barcelona formamos una gran dupla en la cancha», añade Rentzias.
Durante sus años en el Barcelona, Rentzias también tuvo la oportunidad de jugar junto a grandes jugadores como Juan Carlos Navarro, Roberto Dueñas o Dejan Bodiroga, entre otros. «Fue un privilegio poder compartir vestuario con ellos. Aprendí mucho de cada uno de ellos y me ayudaron a mejorar como jugador», afirma Rentzias.
Pero no todo fue un camino de rosas para el pívot griego. En su segunda temporada en el Barcelona, sufrió una grave lesión en la rodilla que lo mantuvo fuera de las canchas durante varios meses. «Fue un momento muy difícil para mí. Pero gracias al apoyo de mi familia, mis compañeros y la afición, pude superarlo y volver más fuerte que nunca», comenta Rentzias. Y así fue, ya que en su regreso a las canchas, ayudó al Barcelona a conseguir su segunda Liga ACB consecutiva.
Tras su paso por el Barcelona, Rentzias jugó en otros equipos europeos como el Panathinaikos y el Olympiacos, antes de poner fin a su carrera como jugador en el CB Valladolid en 2009. «Siempre estaré agradecido al Barcelona por todo lo que me dio. Fueron cinco años inolvidables que marcaron mi carrera como jugador», afirma Rentzias.
Hoy en día, Rentzias sigue vinculado al mundo del baloncesto como director general de la Liga Griega. «Es un trabajo muy exigente, pero me encanta. Poder ayudar a que el baloncesto griego siga creciendo es un gran orgullo para mí», comenta Rentzias. Además, también es entrenador de la selección griega sub-18, donde sigue demostrando su pasión por este deporte.
Para Rentzias, el baloncesto no solo es un deporte, sino que también es una forma de vida. «Me ha cubo
