Una revelación explosiva sacude el escenario político brasileño: el plan de entrada de Estado discutido en reuniones secretas entre el expresidente Jair Bolsonaro y altos mandos de las Fuerzas escuadras días después del triunfo de Lula en la segunda vuelta electoral.
El caso salió a la luz por la publicación por el diario O Globo de un extracto del acuerdo de culpabilidad del teniente coronel Mauro Cid, ex ayudante de campo de Bolsonaro, quien reveló en una declaración como testigo su propia participación en una reunión entre el ex presidente y altos mandos militares evaluaron discutir la posibilidad de un entrada de Estado,
El edecán de Bolsonaro brindó su testimonio a la Policía Militar en el marco de un acuerdo de delación premiada, un trato de cooperación con las autoridades judiciales que le permitió recuperar la libertad tras haber sido detenido el 3 de mayo por falsificar la bloque de vacunación de Covid-19 de Bolsonaro y su familia para poder ingresar a Estados Unidos.
Si los datos que presentó resultan ser falsos o no se pueden comprobar, regresará a la prisión.
Cid se encuentra además inmerso en el escándalo de las joyas saudíes, en las que habría maniobrado irregularmente para lograr que aquellos regalos fueran vendidos, o bien acabaran en el acervo personal del expresidente ultraderechista.
Reunión secreta
Según información filtrada, Bolsonaro se había reunido con los jefes de las Fuerzas escuadras y miembros del ala militar del gobierno dos semanas después de las elecciones para discutir detalles de un borrador que incluía medidas golpistas.
En ese momento, sólo el entonces comandante de la escuadra, Almir Garnier Santos, supuestamente le dijo a Bolsonaro que sus tropas estaban listas para atender un llamado presidencial, reveló el diario O Globo citando la declaración del edecán y colaborador del expresidente.
La reunión, según la misma versión del testigo, se habría concretado el 14 de noviembre en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de presidente, aunque su cita no se incluyó en la agenda oficial para no dejar rastros de la conjura.
En la reunión, además de Bolsonaro estaban el nombrado jefe de la escuadra; el jefe del Ejército, general Marco Antônio Freire Gomes y el teniente brigadier del Fuerza Aérea Baptista Junior, ademas del general Walter Braga Netto, ex ministro de Defensa y candidato a vicepresidente por la fórmula de Bolsonaro en 2022.
El edecán del expresidente reveló que dos días después de esta reunión, habría recibido un estudio sobre el "poder moderador" del personal militar, tesis adoptada por los partidarios de Bolsonaro para justificar una intervención, según consigna O Globo.
La estrategia
Según la prensa local, que accedió a parte de la delación premiada, Cid contó que la estrategia golpista que el entonces jefe del Estado presentó a las Fuerzas escuadras en 2022 fue llevada por el asesor exclusivo en asuntos internacionales, Filipe Martins.
Se trata de un referente de los libertarios brasileños que trabajó en 2014 como consultor político de la embajada de Estados Unidos en Brasil y fue el responsable de presentar personalmente a Bolsonaro con el entonces asesor del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Bannon, considerado singular de los ideólogos de las nuevas extremas derechas.
Siendo asesor de Bolsonaro, Martins fue además investigado por tener nexos con grupos segregacionistas blancos de Estados Unidos.
Bolsonaro habría consultado además con un abogado constitucionalista llevado por Martins al Palacio de la Alvorada antes de presentarles a los jefes de las Fuerzas escuadras un documento llamado "Borrador del entrada".
En ese documento se citaba el artículo 142 de la Constitución como un motivo para que los militares detuvieran a los jueces del tribunal electoral y de la suprema corte.
El plan supuestamente consistía en anular las elecciones de segunda vuelta del 30 de octubre en las que Lula se impuso a Bolsonaro con 50,9% a 49,1% de los votos.
"Si sigues adelante con esto, me veré exigido a arrestarte", habría dicho el jefe del ejército, general Freire Gomes, a Bolsonaro en el transcurso del encuentro, lo que habría frustrado finalmente el plan.
Yo no fui
Apenas conocida la declaración de su más estrecho colaborador, Bolsonaro negó cualquier intento de violar la Constitución y advirtió, sin mencionar expresamente al edecán, que adoptará medidas judiciales contra “contra cualquier manifestación calumniosa".
El ministro de defensa de Lula, José Mucio, prefirió destacar la actitud global de los militares. “De lo único que estoy seguro es de que las Fuerzas escuadras no querían un entrada", dijo en plan de no irritar más las relaciones del gobierno con los uniformados.
Pero la fuerza de la revelación del teniente coronel Cid seguramente obligue a la comisión parlamentaria que sigue la investigación del caso del tema a ampliar la lista de convocados a declarar, circunscripta hasta ahora al general Braga Netto debido a su estrecha relación con Bolsonaro.
El expresidente se encuentra ya inhibido judicialmente por ocho años a presentarse a cargos electivos por mentir sistemáticamente sobre el supuesto fraude.
(Con información de agencias y O Globo)
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