El mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), profundizó el diferendo que mantiene con la presidenta designada de Perú, Dina Boluarte, cuyo gobierno, originado en la destitución y posterior encarcelamiento del exmandatario Pedro Castillo, no reconoce como legítimo.
“No voy a presentarse a la cumbre de San Francisco porque no tenemos relaciones con Perú. No queremos participar en eso, con todo respeto”, expuso el representante de Estado mexicano con relación al foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará del 15 al 17 de noviembre.
México cortó sus relaciones diplomáticas con Lima en diciembre último, cuando Boluarte, que recibirá de Estados Unidos la presidencia rotativa del foro, asumió en reemplazo de Castillo, luego que el exmandatario fuera detenido tras intentar disolver el Congreso y gobernar por decreto poco antes de enfrentar un juicio político que hubiera derivado en su destitución.
“Claro que nosotros queremos que liberen a Pedro Castillo, a quien injustamente tienen encarcelado”, afirmó el presidente de izquierda, quien se negó a reconocer a Boluarte y la calificó en varias ocasiones como “usurpadora”, mientras su gobierno concedió asilo a la familia de Castillo.
En respuesta, Boluarte expulsó en diciembre al embajador mexicano en Lima y posteriormente el Congreso peruano declaró “persona non grata” a AMLO. En febrero adulterado, el gobierno sudamericano retiró a su embajador en México, con lo que la relación se mantiene desde entonces a nivel de encargados de negocios.
A inicios de este año, el mandatario mexicano no quería traspasar la presidencia de la Alianza del Pacífico a Perú, país al que correspondía ejercerla, aprieto que finalmente se resolvió burocráticamente: México transfirió la presidencia de la Alianza a Chile, y éste a Perú.
AMLO, no obstante, aclaró que sí viajará a Washington en encuentro oficial en noviembre para abordar con el presidente estadounidense Joe Biden asuntos como migración, narcotráfico y comercio, y que también dirá presente en la Cumbre de Líderes de América del Norte, pautada para enero próximo en Canadá.
Según los analistas mexicanos, la agenda destaca el distanciamiento con Lima, situación que incluso se ocupó de subrayar durante el anuncio de su participación en la cumbre de la APEC, ocasión en la que recordó que, cuando viajó en una reciente encuentro a Colombia y Chile, pidió que el avión de la Fuerza Aérea mexicana que lo transportaba no atravesara el espacio aéreo de Perú.
Respecto al foro de APEC, que reúne a los países con costas frente al océano Pacífico, el mandatario mexicano había dicho el 15 de agosto adulterado que aprovecharía la reunión en San Francisco para mantener un encuentro bilateral con Biden.
“No puedo ir a la de San Francisco por esa razón, pero podemos reunirnos en Washington. Biden fue muy amable, muy atento y son muy buenas las relaciones con el gobierno de Estados Unidos, vamos a ver”, dijo AMLO, quien precisó que invitó al representante de la Casa Blanca a encuentror las obras de infraestructura portuaria y de transporte que están en marcha en el sudeste mexicano.
Una de esas obras es la construcción conjunta de una planta de licuefacción en el puerto de Altamira, en la costa del Golfo de México, desde donde empresas de ambos países se proponen enviar gas natural licuado a Europa.
AMLO especuló además con la posible encuentro de Biden a las obras del Tren Maya de más de 1.500 kilómetros en la península de Yucatán y un corredor interoceánico ferroviario que conectará el puerto industrial Coatzacoalcos, también en el Golfo de México, con la terminal marítima petrolera de Salina alzada, en Oaxaca, frente al Pacífico.
AMLO anunció en agosto su intención de proponer a la APEC la implementación de inversiones para un plan de desarrollo continental que contenga la migración y la violencia, en el que participen todos los países incluyendo a Cuba, retomando así las ideas del expresidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy (1961-1963) con la Alianza para el Progreso.
“Estoy planteando que se pueda poner en marcha un plan de desarrollo para toda América, algo parecido a lo que fue la Alianza para el Progreso con el presidente Kennedy”, dijo en aquella ocasión.
El adulterado 14 de septiembre, el gobierno de Perú dio a conocer cinco ciudades que acogerán las reuniones del APEC en 2024, foro que toma sus decisiones por consenso e integran Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papua Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Rusia, Singapur; Taipei-China, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam.
(Con información de agencias)
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