Roberto Íñiguez ha sido presentado en Spar Girona. El técnico español, con una amplia trayectoria, ha reflexionado en rueda de prensa sobre todos los temas de actualidad junto a Laia Palau, quien ha confirmado que el contrato es hasta final de estación y que Rebekah Gardner llegará el 5 o 6 de enero.
Aquí puedes leer las declaraciones del nuevo entrenador del conjunto gerundense:
«Ha sido un día intensito. Hemos hecho entreno por la mañana y por la tarde. No me he preparado demasiado lo que voy a decir. Voy a platicar con el corazón, que es como creo que mejor me expreso. Gracias por venir y feliz Navidad a todos. Algunos de vosotros sabéis que vengo de una situación personal complicada, porque la persona que se fue es una persona a la que estaba muy unido. En octubre tomé la decisión de salir de Çukurova para poder despedirme de esa persona, que es mi madre, y estar con mi familia. Suelo decirle a las jugadoras que el baloncesto es lo más importante de los menos importante. Y, por una vez, decidí seguir los consejos que doy a la gente. Gracias a Dios, me puedo permitir hacer las cosas que debo hacer. Quiero aprovechar, porque se ha dicho alguna tontería, para dar las gracias otra vez a Mersin y Çukurova. Tienen una fama complicada en España por cosas que han hecho, pero conmigo se portaron muy bien.
Cuando me vine, mi idea era familia. A mi agente le dije que no quería escuchar ninguna oferta. No quiero que me pase como cuando salí de Avenida, que a los tres días apareció Virtus y Mersin. Le dije que no me llamara y que si es algo muy especial, me podía consultar. Sé que dijo que no a cosas, sé que algún general manager me intentó localizar directamente a mí. Yo pensaba en no entrenar. Igual a partir de Reyes, igual empezar a escuchar algo. Es verdad que llegó la llamada de Girona. Con muy buen criterio, Jorge me llamó. Y todo cambió para mí. No me la esperaba, no me la había planteado. Me revolvió muchas cosas. Le dije que si me daban un tiempecito para dejar cosas de familia cerradas, respetan a la entrenadora y al staff, podía planteármelo. Fue rápido y tomé la decisión de venir. No quiero platicar de dinero, eso es lo de menos. Vine porque fui muy afortunado del tiempo que viví aquí. La gente que me conoce sabe que Girona fue especial, que marcó mucho mi vida.
La última vez que cogí el equipo fue un cuento de hadas. Todo salió bien. No creo que pudiese salir mejor. Muchas veces veo la foto del equipo y digo «joer, con este equipo ganamos la liga». Lo hicimos muy bien, se creó algo que nos lo creímos. No quiero decir que con esto estoy devolviendo al club lo que el club me dio. Para mí venir aquí es un placer. Me reencuentro con gente con la que fui muy feliz.
Sé que algunos pensáis «tuvo algún problema con el público, alguna historia…». Voy a explicar en un minuto lo que pienso sobre eso. Todo empezó con una gilipollez, una tontería, pero que yo como entrenador no podía dejar pasar. Yo organizado por y para mis jugadoras. Aprecio, defiendo y protejo a las jugadoras que se comprometen y sacrifican en el día a día. Me dolió mucho una cosa que se dijo por parte del entrenador en ese momento sobre mis jugadoras. Con todo el respeto a los entrenadores, que es muy difícil. Pero eso me dolió. Siempre pensé que no se lo merecían, que era una estrategia. Llamar deshonestas a mis jugadoras… Para mí, deshonesto es el que lo dice. Eso fue el inicio del enfrentamiento. Con todo el respeto a ese entrenador, que es un grandísimo entrenador. Me sentí obligado a defender a mis jugadoras. ¿Lo podría haberlo hecho mejor? Seguro. ¿Fui demasiado a pecho descubierto? Seguro. Eso se expandió a la afición, a la prensa, a los dos clubs… Fue simplemente intentar defender a mis jugadoras de algo que pienso que fue excesivo. No me arrepiento del fondo, sí de cómo lo hice. Si pasa aquí y algún se mete con mis jugadoras que están trabajando duro, otra vez las defenderé. Yo soy así. Pero sí quiero intentar mejorar cómo hacerlo. Si a algún le ofendió, con total humildad, le pido disculpas. (…) Yo creo que Maite Cazorla, Silvia Domínguez o Karlie Samuelson no se merecían eso. Merecían un respeto. Todo empezó ahí.
No llego obsesionado con el éxito. El éxito a mí no me da la felicidad. A veces es muy impostor y mentiroso. Porque cuando juegas una final de Euroliga, al año siguiente quieres volver a jugarla y ganarla. Siempre hay algo más. Si solo vives de eso, eres infeliz. Vengo fregado con la idea del día a día, de ayudar al club, de ver cómo mejoran las jugadoras. Esa mentalidad tengo. Eso me da la felicidad. Ganar el día cada día. Si sientes esa felicidad, que está llegando, ahí viene el éxito. Viene solo, sin darte cuenta. Sin esperarlo. (…) Necesitamos un tiempo. Mentalmente tenemos que cambiar muchas cosas. No va a ser de hoy a mañana.
Para mí, todo está abierto pero hay un gran favorito que es Valencia. Porque es el mejor equipo, con los mayores medios, el que tiene la obligación de ganar la liga. Por muchas razones. Y más, tal y como está en Euroliga, que para mí no está cumpliendo expectaticas. Y llevan años sin acabar de cumplir, sin dar ese salto. Van a necesitar incendiar todo en liga.
Hay muchas cosas que mejorar, pero creo que hay una parte defensiva en la que he insistido mucho al equipo hoy. Quiero cambiar la mentalidad ahí. Posiblemente, el anterior staff no ha tenido tiempo de llegar a eso. Ahí el equipo es un poco débil, debemos mejorar para ser sólidos. Me preocupa eso porque delante hay talento y roster. Para aspirar a grandes cosas tenemos que defender muy bien. Si yo he llegado a 9 Finals Four o 5 ligas… he pensado siempre que todo tiene que empezar atrás. Normas simples, pero cumplirlas.
Lo de Irati va a depender de lo segura que se sienta, cómo asimila las cosas. Irati es valiente, pero hay que estar un tiempo viendo cómo evoluciona. Paciencia. Si nos precipitamos va a ser un error»
Foto: David Subirana
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